miércoles, 8 de mayo de 2013

Lesiones



“Cuando se lesiona el cuerpo, se lesiona la mente”



La práctica deportiva conlleva el riesgo de poder lesionarte. El grado de motivación del que dispongas puede ser decisivo para disminuir la incidencia de lesiones deportivas y a su vez cuando la lesión ya está producida esta puede erradicar tu motivación.



La carrera de su vida






Lesión deportiva  y  Motivación:
 relación directa en ambos sentidos.



Por dicha relación creemos necesario dedicar un apartado para hablar de cómo puede afectar la motivación a las lesiones y las lesiones a la motivación.


Se entiende por lesiones deportivas cualquier daño que se haga al organismo, ya sea psicológico o físico, practicando una actividad deportiva siendo amateur o profesional ocasionando lesión o discapacidad.





Las lesiones deportivas generan disfunciones orgánicas que causan dolor, restringen las posibilidades de funcionamiento y aumentan el riesgo de disfunciones mayores, implican cambios en el entorno deportivo al que pertenece el deportista, afectan a los resultados deportivos y limitan los quehaceres diarios y la actividad deportiva generando cambios en la vida personal, laboral y familiar como consecuencia de la lesión (Buceta, 1996).










Hay diferentes tipos de lesiones que pueden afectar en menos o mayor grado al deportista en base a su seriedad y al tiempo requerido para su recuperación. Algunas de las más habituales se muestran en el siguiente cuadro.





Existe un doble efecto que se produce en caso de lesión deportiva en un atleta:

  1. Dolor y disfunción física
  2. Alteraciones psicológicas, sociales,laborales e incluso económicas.











Variables que influyen en las lesiones deportivas
(Adaptado de Grabin y Dal Lago, 1995)



1. Falta de buena preparación física.


2. No calentar.


3. Cansancio físico.


4. Mal estado de los campos


5. Historia de lesiones personales


6. Genéticas (tendencia a ciertas lesiones)


7. Estrés (demasiadas presiones)


8. Derrota y clima negativo


9. Altos niveles de ansiedad.


10. Falta de apoyo social


11. Baja motivación de logro


12. Baja autoconfianza


13. Baja autoestima


14. Tendencia al pesimismo


15. Déficit atencional


16. Cambios de personalidad, de actitud o estados de ánimo


17. Falta o exceso de motivación: Sub-motivación o sobre-motivación.


18. Fluctuaciones de la motivación


19. Falta de dedicación a medidas preventivas.


20. Alimentación inapropiada (por exceso o defecto)


21. Carencias en el equipamiento personal para hacer deporte (por ejemplo: calzado inapropiado, no utilizar canilleras o protectores, etc.)




Siguiendo al Profesor García Ucha en su libro Psicología de las Emociones "Muchas de las investigaciones realizadas se basaban hasta ahora sobre aspectos fisiológicos de las lesiones que incluyen entrenamiento, biomecánica de movimiento, limitaciones y deficiencias de los entrenamientos. Sin embargo, ahora se está incrementando la toma de conciencia de los factores sociales y psicológicos que tienen efecto cuando una lesión se produce."







Las 20 peores lesiones deportivas








Consecuencias de las lesiones deportivas




1. Insmonio


2. Inapetencia y astenia


3. Estreñimiento


4. Aumento de peso


5. Inestabilidad


6. Ansiedad y depresión


7. Preocupación, incertidumbre, inseguridad


8. Deterioro social


9. Irritabilidad


10. Frustación


11. Bajo grado de motivación.





Dado que las consecuencias van mucho más allá de las afecciones físicas que causa la propia lesión, no se requiere únicamente la intervención de un médico o un fisioterapeuta deportivo en la misma, sino que resulta necesario el trabajo de un equipo multidisciplinar para ayudar al deportista a que supere la lesión (Ogilvie, 1991).


En lo concerniente a la psicología aplicada al deporte, el trabajo de rehabilitación y adaptación al cambio producido por la lesión, así como la prevención de las mismas posee relevancia en tanto se sabe que variables psicológicas como la motivación, estrés, autoestima, entre otras, pueden aumentar o disminuir la vulnerabilidad a sufrir una lesión y, una vez lesionado, en los procesos de recuperación y prevención de futuras lesiones.


De acuerdo a Buceta (1996), si bien la motivación puede afectar la variable psicológica más relevante en este contexto es el estrés psicosocial, siendo una variable que puede establecerse a diferentes niveles: aumenta la vulnerabilidad a lesionarse, puede dificultar la recuperación y el estado emocional, la salud y el funcionamiento general.





Lesiones deportivas  y Estrés: 
Relación directa en ambos sentidos



El estrés es el proceso que comprende la percepción de un desequilibrio sustancial entre las demandas objetivas del ambiente y la capacidad de respuesta, bajo condiciones donde el fracaso al afrontarlo se percibe como algo que tendrá importantes consecuencias, y a lo que responde con un incremento de los niveles de ansiedad (Martens 1977)




Mejor prevenir que curar



Dado que como hemos visto la incidencia de lesiones deportivas tiene un origen multicausal en el que influye tanto aspectos físicos como aspectos psicológicos, para la prevención de lesiones deportivas es imprescindible considerar la preveción desde ambos aspectos, físicos y psicológicos.




Desde el aspecto psicológico es conveniente una preparación mental preventiva para evitar lesiones, teniendo en cuenta 3 niveles:


1. Cognoscitivo: con aumento de las capacidades de análisis, juicio, crítica, decisión, y control de los procesos perceptivos y de la memoria.


2. Psicomotor: con aumento de las capacidades de aprendizaje, control y regulación del movimiento y con una mejorada autoconciencia, en el plano cinestésico del propio cuerpo.


3. Psicoafectivo: con el control mejorado de la emotividad y del ansia, con un consiguiente aumento de la autoestima, de la motivación de la confianza en sí mismos y de la capacidad de hacer frente a los problemas (Most, 1981).







Ocúpate de tu lesión, pero no te preocupes por ella





Después de la lesión , es necesaria una intervención psicológica constituida según la mayoría de los autores por dos fases:


1.  Fase de inmovilización



Se caracteriza por una gran tensión que soporta el deportista, la visión negativa de su recuperación y la presencia de dolor. Aquí es necesario desarrollar estrategias de control de la ansiedad (ante el dolor, ante las dudas) y de aceptación positiva de la realidad.




Las técnicas psicológicas a tener en cuenta en el período de inmovilización son:



a. Habilidades de comunicación

El profesional deberá tener en cuenta que para conseguir un buen nivel de control de activación y de aceptación positiva de la realidad, el deportista ha de tener información sobre la lesión producida (hay que saber hablar y saber escuchar).



b. Técnicas de relajación

Las técnicas que van a ayudar al deportista a soportar los malos momentos (dolor, dudas) van a ser aquellas que directamente le permitan tener un mayor control de sus niveles de activación y poder abordar situaciones complejas.


c. Técnicas de visualización

Es de gran utilidad combinar ejercicios de relajación con visualizaciones imaginadas de la zona lesionada, a partir de la información suministrada por el equipo médico. El deportista podrá hacer una representación mental de su lesión facilitando el efecto Carpenter (microactivación de la zona corporal imaginada), con lo que se obtendrá un ligero aumento de la fisiología en la zona lesionada, y se facilitará la toma de conciencia del deportista sobre la lesión acaecida.


d. Determinación de objetivos

En esta primera fase, el deportista lesionado deberá empezar a trabajar sus cualidades físicas corporales con el objeto de no perder potencial atlético general. Es un período óptimo para mantener y mejorar, si se puede, el nivel físico del resto del cuerpo que no ha sufrido traumatismo.




2. Fase de movilización



Es un período mucho más largo que el de la fase de inmovilización y en donde el deportista va a ir recuperando progresivamente sus niveles de funcionalidad motora. En esta fase hay 3 momentos distintos de trabajo:



a. Recuperación


Período de tiempo relacionado con la mejora del músculo-articulación que ha sufrido el traumatismo. En este período el deportista necesitará inicialmente estrategias para controlar las situaciones estresantes o dolorosas, mantener un alto nivel de motivación para desarrollar el programa diario de trabajo.


Las técnicas psicológicas que se sugieren para trabajar en este período son:


1. Habilidades de comunicación: Proveer información real y clara del proceso de recuperación.
Técnicas de relajación y visualización.

2. Determinación de los objetivos del programa: Es indispensable que el deportista con la ayuda pertinente se vaya marcando objetivos concretos para ir consiguiéndolos en cada sesión de trabajo.

3. Mejora de aprendizajes deportivos :El período de recuperación de un deportista es vivido como un tiempo perdido y aburrido, ya que gran parte de la actividad que el deportista realizaba antes del traumatismo, no la puede desarrollar; hay que aprovechar este momento para realizar formación técnico-táctica.

4. Apoyo social: Muchos deportistas consiguen mejorar su confianza en el trabajo que se realiza por medio de encuentros o por comunicaciones telefónicas con otros deportistas que han sufrido una lesión parecida y que en la actualidad están recuperados.



b. Readaptación


Corresponde al período de trabajo de mejora de la cualidad física perdida como consecuencia de la situación traumática. Es un período en el que el deportista intenta conseguir una tonificación de su estado físico general, consiguiendo el mismo nivel que tenía antes de la lesión.


Las técnicas que se proponen para este período son:


1. Visualizaciones imaginadas de su esfuerzo en el trabajo de recuperación.
2. Determinación de objetivos semanales
3. Diálogo interno positivo
4. El deportista aprende a detectar los pensamientos negativos de duda, y a reconvertirlos en 5. objetivos a trabajar y a ser valorados en positivo.


c. Reentrenamiento


En este período, se trabaja para recuperar el nivel de habilidad deportiva descompensada por el tiempo de no práctica técnico-táctica. En esta fase el deportista debe perder el miedo al fracaso, olvidar la lesión, y progresivamente aumentar su trabajo con los demás deportistas.


Las técnicas sugeridas aquí son :


1.Habilidades de comunicación
2. Visualización de inicio
3. Se aconseja hacer una representación mental simulada de las primeras sesiones de trabajo con los demás compañeros en la cancha y de la situación de entrenamiento habitual.
4. Determinación de objetivos
5. Es aconsejable que para cada entrenamiento el deportista reciba las consignas correspondientes de lo que se pretende trabajar-conseguir en las primeras sesiones de trabajo.




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